Los psicólogos y psicólogas del Trabajo tienen un papel fundamental en la recuperación psicológica de todas las personas que forman las organizaciones sea cual sea su tamaño. Las empresas deberían de adoptar medidas de apoyo psicológico, flexibilidad laboral, y promover una cultura de empatía y resiliencia, para contribuir a la recuperación emocional y psicológico.