Un nuevo informe advierte del impacto devastador de la pobreza en la salud mental de los niños
Así lo advierte un informe desarrollado de forma conjunta por el Centro para la Salud Mental de Reino Unido, la Coalición de Salud Mental de Niños y Jóvenes y Save the Children UK.
La pobreza a cualquier edad puede tener un impacto devastador en la salud mental, pero puede ser especialmente perniciosa para los niños, las niñas y los/as jóvenes. Algunos niños y niñas están ‘sobreexpuestos’ a los “riesgos duales de la pobreza y la mala salud mental”, con tasas de pobreza dos veces más altas entre las familias racializadas. La pobreza infantil y las problemas de salud mental tienen costes financieros y humanos sustanciales que requieren una acción urgente y coordinada.
Así lo advierte un informe desarrollado de forma conjunta por el Centro para la Salud Mental de Reino Unido, la Coalición de Salud Mental de Niños y Jóvenes y Save the Children UK, a través del cual se analiza el impacto de la pobreza en la salud mental de las familias y, específicamente, en los niños, las niñas y jóvenes, examinando a su vez si los sistemas de apoyo brindan a las familias la seguridad que necesitan.
Tal y como indica el informe, en la última década, se ha producido un aumento significativo de la prevalencia de las necesidades de salud mental entre los niños, las niñas y los/as jóvenes: en 2004, uno de cada diez niños tenía un problema de salud mental, aumentando esta cifra a uno de cada nueve en 2017 y a uno de cada seis en 2020. En 2023, aproximadamente, uno de cada cinco jóvenes de entre 8 y 25 años presentaba un problema de salud mental diagnosticable.
La pobreza infantil y los problemas de salud mental tienen costes financieros y humanos sustanciales que requieren una acción urgente y coordinada
Junto a este incremento de la mala salud mental, se ha registrado también un aumento en un factor de riesgo crítico para la misma: la pobreza. Así, en 2022/23, se estima que 4,3 millones de niños y niñas en el Reino Unido vivían en la pobreza debido a los costes de la vivienda, un marcado aumento respecto de los 3,6 millones en 2010/11.
Se espera que la pobreza infantil alcance sus niveles más altos desde finales de los años 90 en 2028. La pobreza ejerce presión sobre la vida familiar y excluye a los y las menores de las actividades cotidianas de sus compañeros/as.
El informe advierte de que la pobreza infantil y las problemas de salud mental tienen costes financieros y humanos sustanciales que requieren una acción urgente y coordinada. De hecho, el Grupo de Acción contra la Pobreza Infantil estima que la pobreza infantil le cuesta al país £39 mil millones al año. El aumento proyectado de la pobreza infantil durante los próximos cinco años implica que esta cifra seguirá aumentando en términos reales hasta superar los £40 mil millones para el año 2027.
Un análisis reciente del Centro de Salud Mental sugiere que el coste económico y social de los problemas de salud mental en Inglaterra había aumentado a £300 mil millones en 2022, considerando “poco probable que esta cifra se revierta sin una acción concertada y sostenida”.