Terapia contra la depresión postvacacional

Síndrome postvacacional. Se acaba el verano y la gran mayoría de la población vuelve a sus lugares de trabajo. Pasan de la suma tranquilidad a la rutina más estresante. Así es como aparece la famosa crisis.

VANESSA FRANCH CASTELLÓ Los madrugrones, la rutina y el estrés llegan de la mano de septiembre con la vuelta al trabajo. La rutina vuelve a estar al orden del día, y este cambio tan radical a mucha población no le sienta del todo bien. A raiz de este suceso, el síndrome postvacacional esta a la orden del día. Y es que esta crisis se da a consecuencia de «fracasar en la adaptación de pasar de un estado de recuperación del tiempo personal» explica Óscar Cortijo Peris, Secretario del Colegio Oficial de Psicología de la Comunitat Valenciana.


Los síntomas del síndrome postvacacional pueden ser tanto físicos como psicológicos, lo más frecuente es la aparición de síntomas de debilidad, tristeza,ansiedad, la percepción de que del paso del tiempo pasa lentamente y desmotivación sobre todo por ver muy lejanas las próximas vacaciones o días de descanso. Además la falta de concentración, insomnio  y falta de implicación,  afecta como es lógico al desempeño y a la sensación de aburrimiento y malestar en el puesto de trabajo. 


Y aunque Cortijo apunta que en los últimos tiempos se le ha dado excesiva importancia a un  proceso de adaptación lógico y normal del cambio de ritmo vital. En la mayoría de casos está adaptación no es patológica y los síntomas remiten en pocos días por lo que no hay que darle excesiva importancia, hay que tener en cuenta que el tiempo de adaptación al trabajo suele ser de 7 a 10 días, en cambio si la situación se prolonga más de ese plazo, la persona en concreto debe visitar un psicólogo para que lo trate. Pero además recalca que «la crisis económica y por lo tanto la inestabilidad laboral así como el miedo a la pérdida del puesto de trabajo ha amortiguado la evidencia de estos síntomas al modificar la perspectiva respecto a la vuelta al puesto de trabajo». 


Además el Secretario del Colegio Oficial de Psicología de la Comunitat Valenciana, puntualiza que «los puestos de trabajo con una gran cantidad de interacción social, intensidad o estrés son los más vulnerables» a lo que hay que añadir las palabras de la experta en Psicología y profesora de la Valencian International University (VIU), Ester Grau Alberola, que suma que parece existir una mayor dificultad de adaptación entre los trabajadores más mayores, ya que seis de cada diez empleados de entre 16 y 24 años no sufren depresión postvacacional, siendo el colectivo que más lo padece el de los trabajadores de más de 45 años. Y que en cuanto al género, los resultados indican que el síndrome postvacacional es más frecuente entre las mujeres que entre los hombres. Puesto que ellas presentan mayores dificultades a la hora de incorporarse a la rutina diaria. Así, las personas más afectadas son aquellas que padecen una ruptura brusca entre las vacaciones y la incorporación al trabajo, sin transición; las personas que idealizan el periodo vacacional asociándolo a factores positivos mientras asocian el trabajo a factores negativos y, aquellas que se encuentran desmotivadas en su puesto laboral.

 

LEVANTE-EMV

 



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