Entrevista a Antonio Sellés Martínez, Psicólogo Clínico y Terapeuta Gestalt
'El proceso terapéutico se convierte en una oportunidad para despertar de la anestesia y volver a sentir, para poder crear un nuevo modelo de ser-en- el-mundo, poder elegir, modificar lo que ya no es funcional en la vida y establecer contactos verdaderamente nutritivos con el medio que nos rodea'
1. Te defines como Psicólogo Clínico y Terapeuta Gestalt, ¿cómo explicas lo que haces en tu trabajo?
Bueno, me siento esencialmente psicoterapeuta y entiendo la psicoterapia como una práctica de la psicología clínica que en cada caso toma un particular estilo, en mi caso ese estilo es la Terapia Gestalt. Mi trabajo terapéutico no busca modificar conductas, curar enfermedades o solucionar problemas, sino acompañar al paciente en un recorrido de descubrimiento, en una exploración que conduce a una maduración y a modos de contacto plenos de emoción con los demás y la realidad en general.
2. Pero supongo que tus pacientes buscar solucionar, mejorar, ¿no es así?
Claro, la distinción que acabo de mencionarte es algo que me preocupa a mí, pero que no debe afectar a mi paciente. Creo que es importante para el psicoterapeuta saber desde que orientación mira a la persona con quien está trabajando, de esto pueden derivar técnicas variadas, una posición ecléctica, pero no en la base desde la que se parte, esa no puede ser ecléctica, en mi opinión. En definitiva pienso que toda psicoterapia debe orientarse a que la dificultad de la vida que afecta a la persona ya no sea un problema insoluble. En la terapia gestalt esto se concreta en que la persona encuentre nuevos modos de funcionar, de despertar posibilidades o capacidades que desconocía o no podía integrar en su personalidad. Aprendemos a adormecer muchas de nuestras potencialidades, el resultado es una anestesia más o menos intensa con la que vamos sobreviviendo, pero en muchas ocasiones esto no basta, no nos podemos adaptar y sobrevienen los síntomas. Entonces el proceso terapéutico se convierte en una oportunidad para despertar de la anestesia y volver a sentir, para poder crear un nuevo modelo de ser-en- el-mundo, poder elegir, modificar lo que ya no es funcional en la vida y establecer contactos verdaderamente nutritivos con el medio que nos rodea.
3. ¿Por qué has elegido la orientación gestáltica?
Me gusta la posición teórica de la Terapia Gestalt al definir su campo de trabajo como el de la relación entre el individuo y su entorno. Creo que tenemos demasiada preocupación por lo que ocurre dentro del cerebro, ese no es el campo en el que me muevo como psicoterapeuta. Puede ser un conocimiento interesante, pero lo más importante para mi trabajo es lo que ocurre en el espacio interpersonal, en el que se da el contacto entre la persona y lo que la rodea, en especial las relaciones. La Terapia Gestalt para esto utiliza un paradigma relacional basado en la teoría de campo. No es un choque con los conocimientos en neurociencias que nos van dando claridad sobre procesos básicos y sus influencias en la conducta, éste es un enfoque intrapersonal. La de la Terapia Gestalt es una mirada interpersonal, hacia otra zona de la experiencia humana, de la piel hacia afuera, el espacio de los encuentros, de las relaciones, de lo social. Me preocupa cómo todos esos elementos del entorno van influyendo a la persona, no solo la construcción social de la identidad (que sería un ejemplo de esto), sino todas las influencias, las interferencias que van modulando la forma en que desarrollamos nuestra existencia.
4. ¿Cómo ves actualmente el panorama de la psicoterapia? ¿El publico tiene una cultura de acudir a psicoterapia?
En los últimos años se ha ido produciendo un cambio en la visión del público en general sobre la psicoterapia, cada vez más personas se acercan a la psicoterapia para tratar de encontrar ayuda en sus problemas, pero existen algunos problemas: El primero es ya antiguo, son los prejuicios y estereotipos sobre “ir al psicólogo”, van quedando en espacios más pequeños pero siguen existiendo. Otro problema es el modelo, muchas personas buscan una ayuda en el psicólogo muy similar a la que buscan en el médico, un remedio, una solución, la psicoterapia implica un trabajo personal que implica responsabilizarse, esforzarse, no que "me curen". Por otro lado están los problemas sociales que cada vez se ven con más claridad como factores de presión que causan o por lo menos, colaboran decisivamente en los problemas psicológicos y que cuesta entender cómo incluirlos en el problema y las soluciones. Por último un tema controvertido, hay una gran oferta de terapias que se anuncian como panaceas, sin argumentos, sin teoría, sin criterio ni formación suficiente que ofrecen soluciones milagrosas que curan cualquier sufrimiento. Cuando estamos sufriendo tendemos a aceptar lo que sea para mejorar y es difícil aclarar ese panorama.
5. Dentro del Instituto, no os limitáis a la psicoterapia individual ¿por qué?
Así es, creemos que las aplicaciones de la terapia Gestalt nos llevan a ámbitos fuera de los límites estrictos de la psicoterapia clásica, nos preguntamos sobre lo terapéutico de otros modos de intervención en los que el terapeuta se acerca no solo a las personas sino a sus vínculos: la pareja, la familia, los grupos, etc. En muchos casos los problemas se sitúan en los momentos que compartimos con los demás, en especial cuando hablamos de relaciones estables como la pareja y la familia. Es en el modo de relacionarse en donde saltan los conflictos ¿por qué entonces tratar únicamente a la persona? creemos que siempre que sea posible, tratar la propia relación es la elección más interesante y productiva.
6. Háblame un poco de los grupos como formato de psicoterapia
La terapia en grupo es un caso especial de lo que te decía ahora, el grupo es el modo de funcionamiento normal de las personas, cuando es en el grupo en donde se trabaja, la intervención terapéutica se vuelve una actividad más, privilegiada, pero integrada en el funcionamiento del propio grupo. Además, en el grupo se comprueba lo que hay de común en el sufrimiento humano, aparecen resonancias constantes de lo que una persona está trabajando sobre las demás. Como una consecuencia congruente con esto, hay apoyo, un modo de acompañar que parece que se nos ha olvidado y que se mezcla con cosas que no funcionan. Apoyar es hacer sentir al otro la presencia de uno, que nos importa, nada menos y poco más…, hay que aprender de nuevo a estar cerca de lo que molesta o duele sin sentirse mal, sin tener que solucionar, sin dar consejos, sin paternalismo, sin lástima, sin cargar con lo que es del otro, etc.
7. ¿También dedicáis tiempo para formación de terapeutas?
Si, entendemos que la psicoterapia es una profesión compleja, por un lado requiere de unos conocimientos sobre psicología que son requisito indispensable para acercarse al paciente también hace falta un bagaje personal, una posición filosófica en la vida, hay que formarse como persona, como ciudadano, pero además en la psicoterapia, como en otras profesiones, también se requiere el aprendizaje del oficio, la adquisición de la experiencia. En el primer paso es la universidad quien nos ofrece la formación. En el segundo paso queremos intervenir, hemos elaborado un programa para abordar los temas existenciales que las personas atravesamos en la vida, un terapeuta que no ha revisado su propia vida se expone a no entender, a sentirse afectado, a evitar determinados temas, a sufrir en otros..., demasiada carga. Planteamos la formación en Terapia Gestalt, primero como una formación de la persona, una revisión de sus encrucijadas, de sus propios sufrimientos; para luego entrar a las actitudes, la teoría el método y las técnicas del modelo gestáltico. Finalmente el oficio se aprende practicando y esto lo facilitamos en pequeños grupos de simulación y luego en el propio ejercicio de la profesión aportando supervisión a los terapeutas noveles, apoyo en sus primeros pasos, en las dudas y dificultades.
8. ¿Qué otras actividades ofrecéis?
Nos gusta también abrir espacios de divulgación, comentar abiertamente con las personas interesadas lo que la psicoterapia puede ofrecer ante sus preocupaciones, reflexionar juntos sobre los problemas que parecen a nuestro alrededor. En estos espacios el terapeuta aporta su experiencia y también sus dudas, como todos. Proponemos conferencias, pequeños talleres y sobre todo, nuestras Jornadas anuales, que hemos estado montando y en las que el COP nos ha apoyado. En un momento de crisis como el actual se hace imprescindible preguntarse sobre otros modos de abordar los problemas de la gente además del modelo asistencial, en las Jornadas planteamos los problemas como debates, como representaciones, como impactos colectivos, como oportunidades de experimentación…, tratamos de devolver al espacio público su importancia para sostener lo individual, para comprender, para dar alternativas. Ya hemos organizado 7 Jornadas y la respuesta del público nos ayuda a continuar la experiencia. Hemos tratado temas sociales como el Poder, la Persona y su mundo, las Actitudes para cambiar, o temas más íntimos como las Fantasías y los sueños, el Amor, los duelos…, en fin tratamos de acercarnos con la temática y sobre todo con el formato, a lo que la gente necesitamos.
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