Pautas psicológicas frente a un incendio
¿Cuáles son las respuestas y reacciones ante este tipo de catástrofes?
Hay pocas cosas más devastadoras que un incendio. Vivir una situación catastrófica de esta índole -como el incendio acaecido el pasado 22 de febrero, en un edificio residencial de Valencia, lamentablemente, con víctimas mortales-, puede generar una angustia emocional significativa y sostenida (Keane y col., 1994; APA, 2013).
La ocurrencia de un incendio puede generar sentimientos de confusión, ira, miedo, pérdida y desesperanza en las personas. Asimismo, diversos estudios han encontrado una mayor tasa de problemas de salud mental después de un incendio, tanto en la población adulta como en la pediátrica (especialmente, trastorno por estrés postraumático, depresión y ansiedad generalizada) (Jones y col., 2002; APA, 2013; Dodd y col. 2018; Burkhardt y col., 2020; Eboreime y Agyapong, 2021). Asociados con la angustia psicológica y el estrés postraumático, algunos estudios destacan también la presencia de síntomas somáticos (por ej., dolor de extremidades, dolor de espalda y de cabeza) (Gao y col., 2023).
La evidencia señala que este tipo de experiencias negativas provocan sentimientos de pérdida y duelo, así como problemas de salud y bienestar (Knez y col., 2021). Así, la destrucción del hogar, de las pertenencias -que, en algunos casos no pueden ser reemplazadas (por ej., fotografías, documentos importantes…)-, la pérdida de sensación de seguridad y protección, y, principalmente, el daño a los seres queridos y al resto de la comunidad de un edificio, tienen consecuencias significativas en la salud mental de las personas supervivientes, que pueden persistir durante años (APA, 2013; Zero Ignition, 2019; To, Eboreime y Agyapong, 2021).
No debe subestimarse tampoco el impacto negativo de la evacuación, la reubicación y la reconstrucción después de un incendio, con importantes efectos psicológicos en las personas, que van desde sentimientos de depresión, ansiedad, estrés y trastorno por estrés postraumático, tanto a corto como a largo plazo (APA, 2013; Munro y col., 2017).
Ya sean testigos directos, testigos indirectos e incluso personal interviniente de los servicios de emergencias, todos pueden sufrir las consecuencias psicológicas de un incendio de diferentes maneras y en varios niveles distintos (Laugharne, Van de Watt y Janca, 2011; Zero Ignition, 2019; Knez y col., 2021).
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