Turbulencias - Malestar, pensamientos recurrentes o estrés, son algunas de las consecuencias psicológicas que tripulación y pasaje experimentarán
Las personas del vuelo Londres-Singapur, han sentido que su vida corría peligro. Hablamos sobre las repercusiones emocionales y psicológicas de esta experiencia con Francisco Conesa, psicólogo especialista en psicología clínica y de la Aviación y Seguridad Aérea,.
Objetivamente, el incidente acontecido esta semana en un vuelo entre Londres y Singapur, es un hecho inusual y traumático, tanto por los momentos vividos durante las fuertes turbulencias como por lo que sucedió y lo que vieron después tripulación y pasajeros.
Francisco Conesa, psicólogo especialista en psicología clínica y de la Aviación y Seguridad Aérea, comenta que la tripulación de vuelo (pilotos) y la de cabina (personal que atiende a pasajeros en vuelo) “reciben en su formación entrenamiento específico para actuar ante contingencias que puedan ocurrir en el pasaje, ya sea accidentes de la aeronave o relacionadas con pasajeros conflictivos”.
Las tripulaciones de vuelo y de cabina están entrenadas y cualificadas para afrontar elementos atmosféricos como las turbulencias. En lo sucedido en el vuelo entre Londres y Singapur se ha dado una circunstancia que, según expertos en aviación y meteorología aeronáutica, está aumentando en frecuencia y es el hecho del incremento de turbulencias muy intensas, a gran altura y de difícil predicción. Normalmente, en los mapas de meteorología aeronáutica que consulta la tripulación en cada vuelo, vienen indicadas zonas de posibles turbulencias según altura, pero, este tipo turbulencias intensas son todavía un fenómeno que no se puede predecir y que algunos especialistas relacionan con el cambio climático. Sea como fuere, en estos casos, la tripulación pone en marcha un procedimiento estandarizado que, básicamente, consiste en descender de altura y ajustar velocidad del avión que es el seguido por la tripulación de vuelo del último incidente. En el caso que nos ocupa, es lo que ha permitido que el avión tomara tierra.
Estos fenómenos causan gran impacto en las personas. La gran virulencia de los movimientos provocados por la turbulencia junto a la duración inusualmente prolongada, sumado a que la mayoría del pasaje no tenía dispuesto el cinturón de seguridad y sus consecuencias, ha provocado episodios de pánico y el triste fallecimiento de uno de los pasajeros
A pesar de la preparación de la tripulación, es probable que en los días sucesivos muestre signos de malestar y pensamientos recurrentes, aunque de carácter transitorio debido al entrenamiento mencionado anteriormente ya que, dentro del caos y de los imprevistos.
Aspecto distinto revisten las consecuencias en el pasaje pues ha experimentado una sensación de peligro real para la supervivencia. En estas situaciones, en los pasajeros, se suele manifestar un trastorno psicológico denominado trastorno por estrés o bien un trastorno por estrés postraumático por la vivida experimentación de riesgo para la vida y si los síntomas perduran en el tiempo y condicionan la vida cotidiana de la persona. Es una alteración con fuerte incremento de la ansiedad, rememoración del accidente y fuerte interferencia en la vida cotidiana subsiguiente al accidente requiere una rápida intervención psicológica que mitigue la sintomatología, y poder alcanzar un estado de bienestar óptimo
Aunque los síntomas puedan no manifestarse hasta pasadas unas semanas, cualquier cambio en rutinas de sueño, episodios recurrentes de rememorar el incidente, síntomas excesivos de alerta ante cualquier situación con respuesta de agitación nerviosa y sobre todo que se note un malestar psíquico y físico que afecte al habitual desarrollo social, familiar y laboral de la persona precisa de la consulta a un profesional de la salud mental.