Evaluación de los síntomas depresivos y ansiosos en contextos educativos
Datos normativos del PHQ-9 y el GAD-7 en adolescentes españoles.
Los problemas de salud mental y las dificultades de ajuste psicológico en población infanto-juvenil se encuentran entre una de las principales dificultades de los sistemas familiares, educativos y sociosanitarios. Además, los problemas psicológicos, como pudieran ser la ansiedad o la depresión, se hallan entre las primeras causas de discapacidad asociada y carga de enfermedad a nivel mundial entre las personas jóvenes (Kieling et al., 2024).
A nivel mundial, en 2019, 293 millones de 2516 millones de personas de 5 a 24 años tenían al menos un trastorno mental y 31 millones recibieron un diagnóstico de trastorno por consumo de sustancias (Kieling et al., 2024). Asimismo, de acuerdo con el informe de UNICEF “En mi mente” (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, 2022), en Europa para el grupo de 10 a 19 años la prevalencia es del 16,3%, mientras que en España es del 20,8%. Por ejemplo, el proyecto Psicología Basada en la Evidencia en Contextos Educativos coordinado por Psicofundación (PSICE; Fonseca-Pedrero, Calvo et al., 2023) que evaluó la salud mental de 8.749 estudiantes españoles, encontró que el 26% presentaban síntomas de depresión de intensidad moderada, el 15% referían síntomas de ansiedad graves y el 4,9% indicó que en algún momento había intentado quitarse la vida.
La adolescencia es una etapa crucial del desarrollo humano. No abordar las dificultades de salud mental en los niños, niñas y adolescentes puede tener efectos negativos a corto, medio y largo plazo a múltiples niveles (personal, educativo, laboral, etc.). Para reducir la carga asociada a los trastornos de salud mental y a otras dificultades del ajuste psicológico (p. ej., acoso escolar), los gobiernos y las instituciones deben proporcionar estrategias coordinadas, públicas, accesibles, inclusivas, oportunas, universales y de calidad para la promoción del bienestar psicológico y prevención de los trastornos de salud mental. La salud mental es un derecho fundamental que requiere atención, promoción y protección. Los centros educativos son un entorno natural para la implementación de estas acciones.
Más vale prevenir que curar: importancia de la detección precoz
La evaluación de los síntomas emocionales (ansiedad y depresión) con fines epidemiológicos y preventivos es crucial ya que permite, entre otros, detectar e identificar precozmente a los y las adolescentes de “alto riesgo”, apoyar la derivación rápida al sistema sanitario y proporcionar una mejor orientación para el tratamiento psicológico (si fuera el caso).
Es imperativo que las herramientas de cribado sean válidas, fiables, útiles, sencillas y de rápida administración. Y sobre todo, que estén debidamente baremadas en nuestro contexto. Estas son las razones que han llevado a los autores de esta investigación a la administración del Cuestionario de Salud del Paciente-9 (PHQ-9; Kroenke et al., 2001) y del test para Evaluación del Trastorno de Ansiedad Generalizada-7 (GAD-7; Spitzer et al., 2006). El PHQ-9 es un autoinforme compuesto por 9 ítems que evalúan la sintomatología depresiva. El GAD-7 es un autoinforme que consta de 7 ítems diseñado para evaluar el trastorno de ansiedad generalizada. Las dos herramientas son ampliamente utilizadas en la literatura científica y son de libre acceso.
En este contexto, hasta la fecha no existían estudios que aportasen datos normativos de estos dos instrumentos de medida en muestras representativas de adolescentes españoles. En este estudio se presenta la baremación del PHQ-9 y el GAD-7 en una muestra representativa de estudiantes españoles en entornos educativos.
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