Pautas para los medios de comunicación que informan sobre suicidio
La difusión adecuada y responsable de información relacionada con el suicidio, el suministro de recursos y la sensibilización son componentes esenciales para lograr su prevención.
El suicidio es un importante problema de salud pública con consecuencias sociales, emocionales y económicas de largo alcance. En la actualidad, se estima que hay más de 700 000 suicidios por año en el mundo, y que cada caso de suicidio afecta directamente a muchas otras personas. La complejidad de los factores que contribuyen en el suicidio y su prevención lo convierten en un asunto complejo y polifacético, por lo que debe abordarse de manera apropiada. La difusión adecuada y responsable de información relacionada con el suicidio, el suministro de recursos y la sensibilización son componentes esenciales para lograr su prevención. A este respecto, destaca el rol crucial que pueden desempeñar los medios de comunicación.
Así lo afirma una guía publicada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y desarrollado en colaboración con la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP, por su sigla en inglés), a través de la cual se pone de relieve el importante papel que tienen los medios de comunicación en la prevención del suicidio y se recoge una serie de recomendaciones para evitar sesgos y comunicar de forma responsable y adecuada.
Los destinatarios principales de esta guía son los y las profesionales que trabajan de forma directa en los medios de comunicación (como periodistas, directores de medios, editores, redactores, fotógrafos y editores de videos). Este documento también puede resultar beneficioso para las escuelas de periodismo, como tema clave en los programas de estudio de futuros profesionales de los medios de comunicación, así como para aquellas personas que transmiten información o mensajes o se expresan públicamente acerca del suicidio y la prevención del suicidio. El contenido de la guía se aplica tanto a los medios de comunicación nuevos (esto es, digitales y redes sociales), como a los medios más tradicionales y convencionales (medios impresos, radio y/o televisión).
De acuerdo con los autores, hay una “evidencia abrumadora y cada vez mayor” de que los medios de comunicación pueden desempeñar un papel importante para fortalecer o debilitar las actividades de prevención del suicidio. Los medios de comunicación pueden presentar información educativa útil acerca del suicidio o difundir información errónea y perpetuar los mitos al respecto. Fundamentalmente, dependiendo de su contenido y de la narrativa general, “las noticias publicadas por los medios de comunicación relacionadas con el suicidio pueden incrementar el riesgo de otras muertes por esta causa o ayudar a presentar información que permita evitar que ocurran más casos”.
El documento advierte de la vulnerabilidad de determinados grupos (como los/as jóvenes, las personas de grupos minoritarios, aquellas con problemas de salud mental, con antecedentes de comportamiento suicida o que están sufriendo debido al suicidio de un ser querido) a presentar un mayor riesgo de adoptar comportamientos de imitación, tras la divulgación de noticias acerca de un suicidio en los medios de comunicación, especialmente, si la cobertura de la noticia es amplia, repetida, destacada, sensacionalista, describe en detalle el método de suicidio y lo normaliza o perpetúa los mitos aceptados (por ej., la creencia errónea de que los suicidios son inevitables). Esto se debe a que pueden promover inadvertidamente el comportamiento suicida y mostrar cómo llevarlo a cabo.
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