'Bienestar laboral en profesionales de la salud: aspectos psicosociales'
Entrevistamos al compañero Pedro Gil-Monte, Catedrático de Psicología Social y de las Organizaciones, y Director de UNIPSICO de la Universitat de València, para conocer las cuestiones más relevantes que ha tratado a lo largo de la conferencia inaugural de la I Jornada Interprofesional Sanitaria (evento celebrado el 21 de junio en el Departamento de Salud Arnau de Vilanova-Llíria).
El profesor Pedro R. Gil-Monte, Catedrático de Psicología Social y de las Organizaciones, y Director de la Unidad de Investigación Psicosocial de la Conducta Organizacional (UNIPSICO) de la Universitat de València, ha impartido la conferencia inaugural "Bienestar laboral en profesionales de la salud: aspectos psicosociales" de la I Jornada Interprofesional Sanitaria, celebrada en el Departamento de Salud Arnau Vilanova-Llíria el 21 de junio de 2018. Gil-Monte ha iniciado su exposición reclamando el necesario fomento del bienestar laboral en los/las profesionales de la salud atendiendo a sus condiciones psicosociales de trabajo. Para ello, ha subrayado la eficacia de la Psicología, demostrada a través de estrategias psicosociales de intervención.
A lo largo de la conferencia ha presentado algunas experiencias desarrolladas por el grupo de investigación que dirige (UNIPSICO) que han resultado eficaces para promover condiciones de trabajo saludables en organizaciones de salud, para prevenir el estrés laboral y para mejorar los problemas de salud derivados de la exposición a riesgos psicosociales en el trabajo. En sus conclusiones el profesor Gil-Monte ha hecho hincapié en la necesidad de integrar de manera adecuada la Psicología en el Sistema Público Sanitario de la Comunitat Valenciana (CV), pues con sus acciones sobre el bienestar laboral ha demostrado que contribuye a desarrollar organizaciones de trabajo más saludables, a disminuir el gasto público en salud laboral y a incrementar la calidad de servicio de las organizaciones públicas del Sistema Sanitario de la CV.
Con su conferencia, el Director, ha mostrado y demostrado a los/as profesionales de otras disciplinas sanitarias presentes en la sala, cuál es el rol de la Psicología en las diferentes fases (promoción, prevención, y rehabilitación) del modelo con el que trabajan, y lo que la Psicología puede aportar en cada una de éstas.
ENTREVISTA
Teniendo en cuenta la La Encuesta de Calidad de Vida en el Trabajo (MTIN, 2010), citada en su conferencia ‘Bienestar laboral en profesionales de la salud: aspectos psicosociales’, el 55,2% de las personas encuestadas que desarrollan actividades sanitarias o servicios sociales, manifestó tener un nivel alto o muy alto de estrés en el trabajo.¿A qué se debe esta percepción?
Es una de las cifras más altas sólo superada por el sector de la “Información y comunicaciones, actividades financieras y de seguros (58,4%).
Los niveles de estrés en el sector de actividades sanitarias y de servicios sociales se deben a la complejidad de sus condiciones de trabajo en la actualidad. Entre ellas cabe destacar, en especial en el sector público aunque también en el privado, el exceso de carga de trabajo debido a los recortes en personal y en recursos materiales. Pero, también el tipo de trabajo que realizan que supone, en la mayoría de los casos, trabajar hacia personas con problemas o problemáticas que les expone a agresiones verbales y físicas (p.e, pacientes y familiares), al desarrollo de tareas que demandan altos niveles de trabajo emocional y, en ocasiones, a una pérdida del prestigio profesional.
Otras situaciones que originan estrés laboral derivan de la burocratización del trabajo, que con frecuencia antepone los medios (p.e., rellenar impresos y formularios) a los fines (p.e., atender al paciente en su cuidado y/o curación). A esto se deberían sumar las relaciones interpersonales en el trabajo con situaciones de falta de apoyo social y los problemas de conciliación trabajo-familia. Pero, como digo, la situación es compleja y es difícil presentar una relación exhaustiva de todos las condiciones de trabajo que originan estrés laboral en este sector ocupacional, que también se ve expuesto a situaciones de contratos temporales, condiciones de trabajo precarias y disfunciones de los roles profesionales, entre otras.
¿Cuáles son los aspectos psicosociales más relevantes en cuanto a bienestar laboral, en el ámbito sanitario? ¿Los comparten con otras profesiones o hay alguno especialmente importante para los profesionales de la salud?
En la actualidad la actividad laboral en el sector sanitario es muy compleja debido a los cambios sociales, económicos, tecnológicos y demográficos ocurridos en los últimos años y que se siguen dando a velocidad de vértigo. Esos cambios hacen que la tecnología que deben utilizar los/as profesionales esté en constante cambio, lo que les obliga a desarrollar constantemente procesos de formación continuada. Si quieren ser competitivos/as y progresar laboralmente deben quitar tiempo a sus actividades personales, de ocio y familiares para estar actualizados/as.
Por otra parte, los cambios demográficos han incrementado las poblaciones locales que desbordan los recursos humanos y materiales asignados en función de las poblaciones de referencia, dando lugar a situaciones de sobrecarga laboral crónica. La diversidad cultural y lingüística de estas poblaciones, cada vez más heterogéneas, o el envejecimiento de la población también contribuye al deterioro del bienestar laboral. No se debe olvidar la frustración de las expectativas laborales de los profesionales que se incorporan a un mercado laboral cada vez más precario e inseguro en materia de salarios y de contratación laboral.
Generalmente, este tipo de condiciones laborales que sufren los profesionales de la sanidad y que deterioran su bienestar laboral también lo encontramos en otros sectores, como educación, servicios sociales, o vigilantes y fuerzas de seguridad. Todos ellos se caracterizan porque la mayor parte de la actividad laboral consiste en atender a personas. Es el deterioro combinado de los aspectos señalados lo que origina el deterioro del bienestar y de la calidad de vida laboral de esos profesionales, y da origen a patologías de índole psicológica como el síndrome de quemarse por el trabajo o síndrome de burnout.
¿Prevenir los riesgos psicosociales y crear un clima de bienestar laboral, incide directamente en la atención al usuario/paciente?
Por supuesto. Este es uno de los principales motivos por los que el problema debe ser abordado. En este punto se deben distinguir dos facetas igualmente relevantes y que afectan a los medios y a los fines de la organización. Los medios los constituyen las personas que trabajan en la organización. Nos referimos a ellas como trabajadores/as, recursos humanos, personal, etc. Esto hace que se pierda de vista que también son personas que tienen sus emociones, que ríen y sufren, que tienen derecho, como cualquier ciudadano/a, a realizar un trabajo en condiciones dignas y sin verse expuestos a condiciones trabajo que deterioren su salud. Por tanto, tener unas condiciones de trabajo saludables, lo que incluye según la legislación actual, no estar expuestos a riesgos de carácter psicosocial, es un derecho de esas personas. Y este derecho a un trabajo saludable y digno es condición “sine qua non” para que la organización alcance sus fines, que son ofrecer una atención de calidad a los usuarios y/o pacientes.
De otra manera, personas motivadas y que perciben bienestar laboral en sus condiciones de trabajo se van a implicar más en su actividad laboral, van a estar más descansadas y atentas para realizar sus tareas, disminuirán los accidentes, el absentismo y el presentismo, y mejorarán las relaciones personales en la atención a los usuarios/clientes de la organización.
¿Cómo se promueven las condiciones de trabajo saludables en una organización? ¿Qué papel tiene el profesional de la Psicología en esta promoción?
Como señalé en la conferencia ofrecida en las I Jornadas Interprofesionales Sanitarias, celebradas en el Hospital de Llíria en junio, el papel de la Psicología y de sus profesionales es muy relevante en este tema. Es importante distinguir tres fases diferentes de la intervención: promoción, prevención y rehabilitación. Y dos niveles, sobre las condiciones de trabajo y sobre el individuo. Obviamente, cuando se trata de intervención psicosocial, en las tres fases y en los dos niveles la Psicología y sus profesionales tienen el reto de diseñar, desarrollar y evaluar las acciones, lo que no es óbice para que puedan colaborar otro tipo de profesionales. Es más, es recomendable que intervengan profesionales de otras áreas (p.e., Medicina, Enfermería, Servicios sociales, Dietistas, etc.) con el fin de generar equipos multidisciplinares, que es de lo que se trata para lograr una atención más integral.
En la fase de promoción de la salud, se puede intervenir para promover entornos de trabajo saludables implementando acciones de desarrollo organizacional, como la reingeniería de procesos, que mejora la coordinación y las relaciones interpersonales entre los profesionales y los pacientes y familiares. En el nivel individual se pueden desarrollar acciones de coaching o fomentar la adherencia a estilos de vida saludables, entre otras.
En la fase de prevención se incluye la evaluación de los factores psicosociales en el trabajo con el fin de prevenir los riesgos psicosociales y el estrés laboral. Con este tipo de acciones se puede prevenir, entre otras cosas, el acoso psicológico en el trabajo, identificar y corregir problemas de conciliación trabajo-familia, o rediseñar cargas de trabajo para disminuir la sobrecarga laboral.
En la fase de rehabilitación, la Psicología tiene un rol importante con el fin de mejorar problemas personales de salud relacionados con ansiedad, depresión, problemas psicosomáticos, etc. Por ejemplo, con el desarrollo de técnicas de intervención dirigidas a la gestión de las emociones, reestructuración cognitiva, negociación del rol laboral, etc.
E. Cantón, Director de la Unidad Control de Gestión del Departamento Arnau de Vilanova-Llíria, y P. Gil-Monte, Catedrático de Psicología Social, en la Jornada Interprofesional Sanitaria (de izq. a drcha).
En la conferencia dijo que el objetivo de la Psicología Ocupacional es “que la gente pueda producir, atender, desarrollarse, y ser valorada”, esto nos lleva a hacerle las siguientes preguntas. ¿Está demostrado que bajo un clima positivo y de bienestar, las personas y por tanto las organizaciones son más productivas?
Está totalmente demostrado. Los resultados de las encuestas sobre condiciones psicosociales de trabajo, bienestar laboral, salud y productividad así lo concluyen. Por ejemplo, según los resultados de la V Encuesta sobre Condiciones de Trabajo realizada desde la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, publicada en 2012, un 51% de las personas que respondieron que sufrían discriminación laboral desarrollaban conductas de presentimo frente al 38% en el caso de quienes no la sufrían. El resultado va en la misma dirección cuando se considera el acoso psicológico. El porcentaje de presentismo en las personas que respondieron que sufrían acoso psicológico fue del 56% frente al 36% de quienes no lo percibían. Al considerar la tasa de absentismo superior a 5 días al año, en las primeras ascendía al 32% mientras que en las segundas estaba en el 22%. Otro ejemplo, en el estudio publicado por la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo en 2014, titulado “La estimación del coste del estrés y los riesgos psicosociales relacionados con el trabajo”, se concluye que el coste para la Unión Europea en concepto de depresión por problemas laborales es de 617.000 millones de euros al año. Ahí se incluyen los gastos ocasionados por el absentismo, presentismo, pérdida de productividad, gasto en salud, coste de las bajas, etc. En ese estudio también se analizan las ventajas de la intervención y se concluye que invertir 1 euro al año en la promoción del bienestar y en la prevención de los riesgos psicosociales en el trabajo generaría un beneficio neto de 13,62 euros.
Y, ¿Cómo de importante es ofrecerle al trabajador/a la posibilidad de desarrollarse dentro de la empresa? ¿Se debería vincular más este desarrollo profesional al crecimiento personal?
El desarrollo profesional y personal de los trabajadores y trabajadoras es una de las líneas claves de la intervención psicosocial en el trabajo, pues está muy relacionado con la motivación y con su calidad de vida laboral, con su salud considerada de una manera integral. A mediados del siglo pasado los psicólogos humanistas ya subrayaron la importancia de esta línea de intervención, y en la actualidad la Psicología positiva se nutre de sus teorías y modelos.
Afirma que es necesario “integrar de manera adecuada la Psicología en el Sistema Público Sanitario de la Comunitat Valenciana”, entendemos que se refiere a incluirla en Atención Primaria y a que aumente el ratio de psicólogos/as por ciudadanos.
Así es. Es necesario que aumente el ratio de psicólogos/as por ciudadano en todas las áreas en las que la Psicología tiene competencias, y esto es especialmente importante en sanidad. Vivimos en una sociedad cada vez más compleja en la que las demandas de carga mental se han incrementado de manera exponencial en todos los ámbitos de la vida, también en el trabajo. Consecuentemente, cada vez son más frecuentes las disfunciones y los problemas de salud que demandan la intervención de psicólogos y psicólogas. Por el contexto en el que se desarrolló la conferencia reclamé la necesidad de integrar de manera adecuada la Psicología en el Sistema Público Sanitario de la Comunitat Valenciana, en atención primaria y en hospitales. Pero, no debemos olvidar la necesidad de integrarla en la salud ocupacional de manera similar a cómo se integrar la Medicina del Trabajo o la Salud Pública.
Llama la atención que a pesar de los datos que se han ido presentando a lo largo de esta entrevista, en la Segunda encuesta europea de empresas sobre riesgos nuevos y emergentes, publicada por la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo en 2016, se concluya que en España sólo el 32,5% de las empresas de más de 20 trabajadores tienen procedimientos formales para afrontar riesgos psicosociales, y sólo un 16% de las empresas recurren a psicólogos/as externos o internos para manejar los riesgos psicosociales. Aunque estos resultados son muy similares a la media de la Unión Europea, en la intervención por parte de los/las psicólogos/as estamos lejos de los obtenidos en países nórdicos como Finlandia o Suecia, en los que la intervención de psicólogos/as en materia de riesgos psicosociales y bienestar laboral llega al 60%. La Psicología de la Salud Ocupacional está perfectamente desarrollada para cumplir con las funciones que se le exigen en materia de bienestar laboral.
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