Estamos ante un cambio de paradigma laboral en el que el trabajo de los psicólogos es fundamental para que empleador y empleado se adapten
Con motivo del Día Internacional de los Trabajadores, hablamos con Pilar del Pueblo y José Mª Peiró, psicólogos organizacionales, sobre la situación emocional de los trabajadores, las oportunidades y los riesgos del teletrabajo así como las nuevas competencias que se necesitan para llevarlo a cabo.
La salud mental de millones de personas en todo el mundo se ha visto afectada por la pandemia. Así lo constatan decenas de investigaciones realizadas. Desde el COPCV venimos insistiendo en que no hay salud global, sin salud mental y que existe una clara interdependencia entre recuperación económica y socio-psicológica.
Por eso, coincidiendo con el reciente Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, y con el Día Internacional de los Trabajadores, queremos poner el foco en la importancia de diseñar y establecer políticas y estrategias de detección y prevención en materia de salud mental dentro de las organizaciones empresariales. La pandemia, ha tenido un impacto negativo en la salud mental de los trabajadores en todo el mundo, el 78% afirma que ha afectado negativamente a su salud mental (Oracle y Workplace Intelligence, COVID-19). Las empresas, los puestos de trabajo, sea cual sea el nivel, son desarrollados por personas y muchas de ellas dicen sentirse agobiadas, desanimadas, estresadas, o deprimidas, en el actual contexto. “Estos desequilibrios emocionales afectan al desempeño laboral porque la persona dispone de una menor capacidad concentración, está más predispuesta al conflicto, y se implica menos afectando negativamente a la productividad”, afirma Pilar del Pueblo, vocal del COPCV, psicóloga del Trabajo, los RR.HH. y las Organizaciones.
En un momento de crisis como en el que estamos, la sociedad necesita precisamente lo contrario y más cuando nos encontramos frente a un cambio de modelo laboral debido a la brusca irrupción del teletrabajo que ha exigido la digitalización de las empresas. “Con la pandemia se han disparado las reuniones telemáticas, los encuentros profesionales online, webinar, viodeollamadas… Es un cambio de paradigma que precisa, por parte de los empleados, proactividad. Una competencia difícil de desarrollar cuando el estado de ánimo no es el adecuado”.
José Mª Peiró, doctor en Psicología y catedrático emérito de Psicología Social de las Organizaciones de la Universitat de València, coincide con Del Pueblo, y va más allá haciendo alusión al teletrabajo como una modalidad que implica un cambio de mentalidad y de competencias por parte del empleador y de los empleados. “En muchos casos, las funciones son las mismas pero se necesitan nuevas destrezas debido a la digitalización”. Por lo que se refiere al trabajador, éste desempeña su labor de manera más independiente, necesita saber auto-organizarse, auto-exigente, ser especialmente responsable, marcarse objetivos, etc. Si el teletrabajo se realiza en casa, es posible que necesite mayor capacidad de concentración, saber regular las distracciones, y disponer nuevas formas de interactuar con la organización (mandos y compañeros). El psicólogo aconseja que los trabajadores eviten la multitarea (hacer la comida o poner una lavadora en horario laboral) ya que este cambio de ocupación puede producir una “fuerte carga mental”.
Respecto a lo que la digitalización y el teletrabajo supone para los altos mandos y los intermedios, hace referencia a la necesidad de aprender una nueva forma de liderazgo basada en la confianza frente al control, “los líderes del S.XXI deben de cambiar la manera de relacionarse con sus empleados, de identificar y evaluar el desempeño del trabajo, de supervisar y de dar feedback, facilitando mayor autonomía al personal”. Por tanto, hay que adaptar los conocimientos, las habilidades técnicas y las ‘soft’, comenta el profesor. “Los psicólogos sabemos cómo entrenar estas destrezas”. Pero antes, “hay que hacer un análisis del entorno para definir las nuevas responsabilidades y las habilidades que serán necesarias y en las que se formará al trabajador para que sea competente en el teletrabajo. Los psicólogos tenemos que participar en el rediseño de los puestos de trabajo porque éstos, los desarrollan personas”, ha asegurado el catedrático.