Suicidio en cuerpos de seguridad - El acceso a las armas y el “conocimiento de los medios para que sea efectivo”, podría facilitar esta práctica
Recuperamos el fragmento de una entrevista realizada a los compañeros, Alfredo Pacheco, y Alicia Gilabert, ambos integrantes del Grupo de Trabajo de Psicología Policial y Cuerpos de Seguridad del COPCV.
Alfredo Pacheco, psicólogo clínico coordinador Grupo de Trabajo de Psicología Policial y Cuerpos de Seguridad del COPCV e intendente de la Policía Local de Valencia y Alicia Gilabert, psicóloga secretaria del GT de Psicología Policial y Cuerpos de Seguridad del COPCV y voluntaria en la organización Ángeles de Azul y Verde.
"Hay que hacer trabajo prevención y para ello, es fundamental disponer de recursos orientados a la promocióbn de la salud mental y el bienestar entre los funcionarios", afirma Pacheco. Según el experto, lo primero, es contar con psicólogos especializados en estos ámbitos ya que las fuerzas y cuerpos de seguridad tienen unas particularidades muy concretas, así como diseñar planes que permitan minimizar el número de casos de suicidio. Además, apunta, hay que atender a todas las personas que integran el entorno y que también son víctimas de estos hechos, desde familiares a compañeros.
¿Hay señales que ayuden a identificar que una persona tiene ideaciones suicidas?
Es una pregunta recurrente que no se puede contestar con un monosílabo. Gilabert hace referencia a algunos comportamientos o palabras que nos pueden dar pistas como por ejemplo, expresar que tienen sentimientos de que es una carga, o si tras un periodo de depresión de repente se muestran muy tranquilos o contentos; realizar ciertas búsquedas en internet, alejarse de algunas personas y cesar actividades habituales, comprar un arma, acumular medicamentos, si empiezan a no dormir o a dormir en exceso, si llaman o dejan mensajes de despedida en redes sociales, si hacen cosas autodestructivas o arriesgadas, regalan las posesiones, hacer un testamento, así como atender algunos asuntos propios del final de la vida, entre otros. Además, hay ciertas enfermedades como la depresión, la bipolaridad o incluso la drogodependencia que pueden conllevar la ideación.
Por otra parte, también cabe señalar algunos factores de protección que puede tener una persona para trabajar desde un principio como son el apoyo familiar, que sienta cohesión grupal y que perciba que tiene un apoyo social porque así, dicen los expertos, tendrán a quién acudir en busca de ayuda.
Otro de los aspectos importantes es el de saber reconocer y comunicar las emociones y saber resolver los problemas de una manera adaptativa o positiva. Algunos valores como el respeto, la amistad, la cooperación, las creencias religiosas pueden actuar como elementos de protección frente al suicidio.
Lo que está claro, es que pase lo que pase, incide la psicóloga “cualquier amenaza o referencia al suicidio, hay que tomarla en serio. Y no se puede culpabilizar ni a la persona que intenta o que consuma el suicidio, ni a las personas cercanas”.
Cuerpos de seguridad, ambientes tradicionalmente hostiles no exentos de problemas psicológicos
Preguntados por la salud mental de los funcionarios y funcionarias de los cuerpos de seguridad, Pacheco y Gilabert coinciden en señalar que como cualquier otra persona, tienen crisis personales, preocupaciones, momentos buenos y malos. Si a esto le sumamos que “por la propia estructura son ambientes duros”, habrá que estar especialmente vigilantes a la situación psicológica de los profesionales que los componen.
El coordinador del Grupo comenta que algunos estudios de la Universidad de Manchester, señalan que la profesión de policía es una de las más estresantes como ya se manifestó en el estudio presentado en el Congreso de Criminología de la Comunidad Valenciana en el Congreso de Policias de 2014. De hecho, así se recoge en Manual básico para policías de nuevo ingreso publicada por la Generalitat Valenciana, concretamente, en el apartado de Psicología: “el trabajo policial tiende a imponer un alto grado de estrés y una multiplicidad de situaciones estresantes que pueden afectar a las relaciones físicas, mentales e interpersonales del personal de la policía (Selokar, Nimbarte, Ahana, Gaidhane y Wagh, 2011)”. “Mi experiencia y lo que investigué en mi tesis doctoral, es que el estrés viene dado por el trabajo que se realiza e incluso más, por la conflictos en la propia organización, así como por las tensiones que se generan dentro”, afirma Pacheco. Una tesis que Gilabert completa aludiendo a las expectativas que existen sobre ciertas profesiones como es la de policía. Estas expectativas, a veces, “suponen cargas emocionales para sus trabajadores”.
“El suicidio en policías es una preocupación que cada vez va a más. En NY-PD por ejemplo – comenta el psicólogo clínico – durante 10 días, en el mes de abril, se han suicidado tres policías. Por ello la ciudad tiene planes de prevención”. El acceso a las armas y el “conocimiento de los medios y los usos para que el suicidio sea efectivo”, según la colegiada, podría facilitar que esta práctica se lleve a cabo por parte de los profesionales de la seguridad pero es difícil señalar causas exactas ya que, entre otras cosas, “se investiga poco y hay escasos psicólogos trabajando en materia de policía. El estrés, el acceso al arma de fuego, la falta de planes de prevención y de cuidado de la salud mental. Faltan protocolos, legislación y recursos” para abordar este tema como merece, concluye contundente el coordinador del Grupo.
Entrevista completa: Aumentan los avisos de suicidio, ¿cómo actuar en estos casos?