¿Reducir límites o reducir a 0.0?
La División de Tráfico y de la Seguridad del COP firma esta valoración de la propuesta del Ministerio de Interior sobre la reducción de la tasa de alcohol al volante.
Es sabido que el alcohol al volante no es aconsejable. Ahora se trata de decidir qué mensaje se quiere transmitir a la población. Valoramos positivamente esta medida ya que el alcohol es una de las principales causas de accidentes de tráfico en todo el mundo y especialmente en España.
Está más que demostrada la relación de incompatibilidad entre consumo y conducción debido a la larga lista de efectos tanto físicos como psicológicos sobre las personas que conducen y por tanto sobre la conducción de vehículos.
Subir de 0,2 a 0,5 produce en la persona conductora un aumento en su tiempo de reacción, una disminución considerable de la atención y concentración, e influye en su capacidad de juicio y de inhibición; esto provoca que las decisiones sean más arriesgadas y peligrosas, también hay una reducción importante de la coordinación motora que dificulta las maniobras precisas. Todos estos efectos hacen que aumente significativamente el riesgo de accidentes que ponen en peligro no sólo a los conductores sino también al resto de usuarios de la vía. Así pues, es entendible y esperable que su reducción de la tasa de alcoholemia mejore la realización de una conducción más segura.
Además, es necesario analizar detalladamente los índices de alcoholemia de los conductores que estén directamente relacionados con siniestros de tráfico. Conocemos los efectos del consumo de alcohol teniendo en cuenta las características de los conductores en cuanto a edad, experiencia, peso, sexo, medicación, personalidad, etc. Toda esta información nos permite saber las múltiples variaciones de sus efectos y por tanto, también las múltiples excusas que muchos conductores argumentan para seguir consumiendo en este país donde socialmente está tan aceptado no sólo su consumo sino conducir, o acompañar a alguien que ha bebido.
Desde la División/vocalía de Tráfico y Seguridad del COP/Colegio, venimos apoyando desde el principio esta antigua petición de las víctimas del tráfico, por este motivo hemos registrado varios escritos en la DGT solicitando la tasa 0,0 para conductores noveles y profesionales. Desde una visión proactiva, entendemos que en el caso de los noveles se partiría de un buen establecimiento inicial de hábitos saludables “conducir sin beber = 0.0”, desde el inicio de la experiencia de conducción, evitando así tener que cambiar un mal hábito ya establecido de asociación alcohol/volante. Tal es el caso de más del 80% de los asistentes a los cursos de pérdida de permiso de conducir que mantienen esta perniciosa costumbre desde hace años. (Perfil: hombre de 35/65 años con consumo de alcohol en paralelo a la acción de conducir de forma diaria y habitual). También sería interesante y necesario abordar el debate sobre la reincidencia para seguir bajando cifras de siniestralidad.
Entendemos que ahora, aunque con retraso, es ya el momento del 0,0 para este colectivo, en la medida si se reduce la tasa del 0,5 gramos a más de la mitad, lo mismo correspondería hacer con la tasa de 0,1 de los noveles/profesionales cuya mitad sería 0,07... Es decir, 0. Desde luego el mejor eslogan para comunicar con contundencia, sin dar lugar a ningún tipo de juego de consumo ligado a la conducción, al menos durante el primer año de instauración de los primeros hábitos al volante.
Pedimos al Ministerio que tenga la valentía de tomar esa decisión, al menos en el caso de los/as conductores/as noveles y profesionales.
Ciertamente que Suecia, Dinamarca y Noruega son un faro a tener en cuenta con su tasa de 0,2, pero también debería serlo la República Checa con una tasa de 0,0 ya que tiene cifras de consumo de cerveza similares a las de nuestro país.
Aprovechamos para solicitar tanto al Ministerio como a la CCAA el apoyo y la puesta en marcha de actuaciones y programas específicos y adaptados, para trabajar la relación entre consumo de alcohol y conducción, que realmente reduzcan las cifras de reincidencia, ya que los cursos de Sensibilización y Reducación Vial (cursos del Permiso por Puntos) son muy genéricos y poco adaptados a estas necesidades.
Finalmente, las/os profesionales de Psicología del Tráfico y la Seguridad se ofrecen a colaborar en la implementación de cualquier acción que esté a favor de la prevención en las diferentes actuaciones previas a la conducción, así como participar en programas de apoyo y atención psicológica a las víctimas de tráfico, pues a estas alturas después de 18 años de Permiso por Puntos, siguen sin tener a su disposición servicios de atención psicológica que cubran sus necesidades.