Entrevista a Francisco Conesa, coordinador del Grupo de Trabajo de Psicología de la Aviación y Seguridad Aérea del COPCV
Conesa, explica los requisitos y las tareas que un profesional de la Psicología puede desempeñar en este ámbito. Además, afirma que el sector aeronáutico cada vez requiere más psicólogos, pero para los profesionales de esta disciplina todavía es un campo a explorar.
Hace unas semanas se realizó la mesa redonda 'Avances de la psicología aeronáutica y la seguridad aérea’ en la que participaron profesionales de diferentes disciplinas. Todos ellos coincidieron en la necesidad de contar con un psicólogo y psicóloga con conocimientos en el sector que se ocuparan del bienestar emocional y psicológico, así como de la formación de la tripulación a la hora de enfrentarse a determinadas situaciones.
Francisco Conesa, psicólogo especialista en psicología clínica y de la Aviación y Seguridad Aérea, ha contestado a las siguientes cuestiones para dar a conocer el funcionamiento y las labores que los psicólogos pueden desarrollar en esta área. Así mismo, aprovechamos para comunicar que el Grupo de Trabajo de psicología de la aviación y Seguridad Aérea, está abierto a todos los colegiados y colegiadas interesadas en la materia.
¿Están las compañías aéreas obligadas a tener en su plantilla un psicólogo/a?
En sí, la obligatoriedad no existe, pero la normativa europea, que si es de obligado cumplimiento en cuanto a seguridad aérea se refiere, requiere que profesionales de la Psicología sean los que reúnen las competencias idóneas en el desarrollo de determinados aspectos que van a redundar en la seguridad en vuelo. Estas competencias no solo se aplican en cuestiones de selección de personal sino en otras que tienen que ver con entrenamiento de tripulaciones en gestión de escenarios e incidencias en vuelo, toma de decisiones aeronáuticas para minimizar los riesgos, sin olvidar la propia gestión organizacional de las operadoras u compañías aéreas para optimizar los recursos humanos tanto de pilotos, personal de mantenimiento, tripulaciones de cabina y otros actores en el sector aeronáutico.
¿En qué momentos sería adecuado que vuestro perfil profesional estuviera presente en esta área?
Siguiendo con lo comentado anteriormente, el momento son todos los momentos que abarca la actividad aeronáutica, desde la formación inicial de tripulaciones de vuelo, los sucesivas entrenamientos de tripulaciones en mantenimiento y adquisición de habilidades, seguimiento de la salud mental de pilotos y de la adecuada capacitación psicológica para el vuelo, el continuo estudio y valoración de aspectos organizacionales de las compañías aéreas… Es decir, todo el amplio elenco de actividades donde el comportamiento humano está presente de alguna forma.
¿Qué conocimientos debe tener un psicólogo/a para trabajar en este campo?
Actualmente, y siguiendo las directrices que permiten la Acreditación de Experto/a en Psicología Aeronáutica del Consejo General de Psicología de España, la formación de un psicólogo/a en el ámbito aeronáutico debe incluir, entre otros, conocimientos del sector aéreo y aeroportuario, gestión organizacional de escuelas de vuelo para obtención de licencias de tripulación de vuelo de pilotos comerciales y de líneas aéreas, conocimientos sobre aspectos organizacionales , gestión de calidad y seguridad de las compañías aéreas, conocimientos sobre factores humanos, cognitivos y conductuales de la actividad humana en aviación, evaluación de aptitudes psicológicas en tripulaciones, prevención de riesgos para la salud mental de personal aeronáutico,…
Respecto a la tripulación, cada integrante, no solo tiene que lidiar con sus propias emociones sino con las de las personas que viajan y sus posibles respuestas ante determinados sucesos: ¿Cómo se trabaja esto?
El desarrollo de la aviación, en general, ha ido dando lugar a una mejora en los sistemas de seguridad en referencia a comportamientos de tripulaciones en vuelo, y que pudieran comprometer la seguridad de vuelo. Estos sistemas, ideados y gestionados por psicólogos desde su implementación en programas de la NASA, actualmente son definidos como Gestión de Recursos de Tripulación (CRM en sus siglas en inglés). Todas las compañías aéreas someten a sus tripulaciones, de forma periódica, a entrenamientos en esto programas.
Por otro lado, tanto tripulaciones de vuelo (pilotos) como tripulaciones de cabina (personal que atiende a pasajeros en vuelo) reciben en su formación entrenamiento específico para actuar ante contingencias que puedan ocurrir en el pasaje, tanto en situación de accidente de la aeronave como en relación con actuaciones con pasajeros conflictivos.
¿Cuáles son las consecuencias psicológicas más comunes entre los miembros de una tripulación que ha sufrido algún episodio complicado? ¿Y entre los pasajeros?
En primer lugar, deberíamos definir en qué consiste el episodio complicado. Hay situaciones en el vuelo para las cuales una tripulación de vuelo está perfectamente cualificada para afrontar y que forman parte de la formación que han seguido en su instrucción de vuelo. Podemos citar el ejemplo de las turbulencias. El pasaje lo puede vivir como una situación molesta, y que provoca cierto temor que puede llegar a manifestarse en una alta respuesta de ansiedad. No obstante, para los pilotos es una situación que se puede presentar de forma habitual, y que requiere poner en marcha unos procedimientos estandarizados que aseguran la seguridad del vuelo.
Otro aspecto distinto, es cuando hablamos de la ocurrencia de un accidente aéreo donde la aeronave sufre un episodio crítico y las personas afrontan un peligro real para la supervivencia. En estas situaciones, entre los supervivientes, se suele manifestar un trastorno psicológico denominado trastorno por estrés postraumático y que puede afectar igualmente a pasajeros y a personal de vuelo. Este tipo de alteración con fuerte incremento de la ansiedad, rememoración del accidente y fuerte interferencia en la vida cotidiana subsiguiente al accidente sí que requiere una rápida intervención.
¿Hay circunstancias que afecten al estado emocional de pilotos y personal aeronáutico?
La actividad laboral que llevan a cabo tripulaciones de vuelo y de cabina está sometida a presiones de distinta índole como son cumplimiento de horarios, cambios de ritmos del sueño por cambios en los usos horarios según vuelos de destino, fatiga por fuerte exigencia atencional en las tareas de vuelo, las propias dificultades emocionales que se puedan atravesar en la vida cotidiana en tierra…
Para atender las necesidades de la tripulación en aspectos que tienen que ver con la salud mental, y desde el accidente Germanwings hace ocho años, la Agencia Europea de Seguridad Aérea emitió directrices para que las compañías aéreas dispusieran de programas de apoyo a pilotos en lo referente al cuidado de la salud mental. Estos programas se denominan PEERS, donde un compañero también piloto y con formación adecuada, presta ayuda al piloto afectado en su estado emocional. En caso de que fuera preciso, se deriva a profesionales de la Psicología.
¿Es un nicho laboral a explotar?. Es decir, con bastante salida, pero todavía desconocido para psicólogos y psicólogas?
Es un ámbito laboral donde hace tiempo despunta el trabajo de psicólogos y psicólogas, pero aún muy desconocido para la mayoría de profesionales de la Psicología como ámbito de intervención. No ocurre lo mismo fuera de nuestras fronteras, donde la Psicología Aeronáutica tiene más amplia trayectoria.
Se precisa, todavía, una normativa estatal que incorpore a profesionales con competencias en psicología aeronáutica como figuras clave en el desarrollo de la seguridad aérea, a través de creación de puestos de trabajo en correspondencia con otros puestos como el de médicos aeronáuticos.