Las competencias socioemocionales son la base del bienestar y el rendimiento académico
Así lo afirma un informe publicado por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa, dependiente del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes.
Dado que los sistemas educativos suelen centrarse en los conocimientos y competencias académicas tradicionales, y teniendo en cuenta que las competencias socioemocionales son la base del bienestar y el rendimiento académico, es fundamental ampliar el alcance de las políticas educativas para incluir también el ámbito de las competencias socioemocionales en el sistema educativo. Asimismo, es crucial identificar los distintos grupos susceptibles de presentar bajos niveles en estas competencias, para poder diseñar medidas dirigidas a una distribución equitativa y sostenible de las competencias entre todo el alumnado.
Así lo afirma un informe publicado por el Instituto Nacional de Evaluación Educativa, dependiente del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes, fruto del Estudio internacional sobre las Competencias Sociales y Emocionales (SSES, Survey on Social and Emotional Skills) de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), dirigido a analizar las competencias socioemocionales del alumnado de 10 y 15 años. El objetivo de esta evaluación es brindar información sobre estas competencias, analizando la repercusión del contexto individual, familiar y escolar en las mismas, y su influencia en el bienestar y en los resultados académicos de los y las estudiantes.
Es clave incorporar las competencias emocionales dentro del sistema educativo
Tal y como señalan los autores de este informe, es bien conocida la importancia del entorno familiar y del clima de aprendizaje escolar en el bienestar emocional de niños, niñas y adolescentes. En este sentido, hay evidencia de que un alto sentido de pertenencia al centro y una buena relación estudiante-docente, afectan de forma positiva y sistemática a la mejora de las competencias socioemocionales de los/as estudiantes y, a su vez, al rendimiento académico.
El estudio internacional SSES parte de la premisa de que el enfoque holístico (orientado a promover el desarrollo integral de la persona en el sentido más amplio, tanto de la esfera cognitiva como de la afectiva), “es el más adecuado para que los estudiantes desarrollen todo su potencial”. De este modo, teniendo en cuenta que los sistemas educativos suelen centrarse en los conocimientos y competencias académicas tradicionales, y que las competencias socioemocionales son la base del bienestar y el rendimiento académico, la OECD pretende ampliar el alcance de las políticas educativas para incluir también el ámbito de las competencias socioemocionales.
El análisis se basa en el Modelo de los Cinco Grandes (Big Five model) adaptando sus dominios (conciencia, estabilidad emocional, extroversión, cordialidad y apertura a experiencias) y subdominios a las competencias incluidas en esta evaluación que son: desempeño en tareas (persistencia, responsabilidad, autocontrol y motivación de logro); equilibrio emocional (control emocional, optimismo y resistencia al estrés); interacción con otros (asertividad, energía y sociabilidad); colaboración (empatía, confianza y cooperación); y apertura de mente (creatividad, curiosidad y tolerancia).
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