Los y las jóvenes LGBTIQ+ presentan mayor riesgo y tasas más altas de acoso escolar
Hoy, 17 de mayo, se celebra el Día Internacional Contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia.
Hoy, 17 de mayo, se celebra el Día Internacional Contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, una celebración instaurada en conmemoración del 17 de mayo de 1990, fecha en que la Organización Mundial de la Salud aprobó la Clasificación Estadística Internacional de Enfermedades y Problemas de Salud Relacionados (CIE 10), eliminando de ella la homosexualidad como diagnóstico. En este día Internacional se celebra la diversidad sexual y de género, concienciando a la población sobre la violencia y la discriminación que experimentan las personas LGBITQ+ a nivel mundial.
Con motivo de este día, recogemos un informe publicado por la UNESCO y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ACNUDH), a través del cual se pone de relieve el acoso escolar y otras formas de violencia que sufren los y las jóvenes LBTGIQ+ en la escuela, así como la necesidad de promover un ambiente escolar seguro e inclusivo para erradicar y prevenir esta grave conducta.
Tal y como señala el informe, los y las jóvenes que enfrentan discriminación, acoso u otras formas de violencia porque se identifican (o son percibidos como) LGBTIQ+, “tienen más probabilidades de sentirse inseguros, evitar actividades escolares, faltar a clases, obtener peores resultados académicos o incluso abandonar la escuela por completo”. Esto también puede impactar negativamente en sus aspiraciones y perspectivas de empleo al finalizar la educación, lo que, a su vez, podría aumentar el riesgo de inestabilidad económica y falta de vivienda.
Cabe señalar el impacto negativo y duradero que tiene la violencia en la escuela en la salud física y mental del alumnado, incluido un mayor riesgo de ansiedad, miedo, estrés, pérdida de confianza, baja autoestima, soledad, aislamiento, autolesiones, depresión, y suicidio.
¿Qué violencia enfrentan los/as jóvenes LGBTIQ+ en el contexto escolar?
Los y las jóvenes LGBTIQ+ enfrentan tasas más altas de acoso escolar que sus pares no LGBTIQ+ mientras están en la escuela. Los datos expuestos por la UNESCO y ACNUDH alertan de que, a nivel mundial, alrededor del 45% de los/as jóvenes lesbianas, gays, bisexuales y trans revelan haber sido acosados/as en su centro escolar.
Esto puede incluir violencia y acoso físico, sexual y psicológico, que puede ocurrir en aulas, dormitorios, patios de recreo, baños, vestuarios, en el camino hacia y desde la escuela, en los hogares y comunidades y en línea. Para muchos/as jóvenes LGBTIQ+ el acoso puede ser un hecho cotidiano.
El ambiente escolar puede llegar a ser realmente hostil: los y las estudiantes LGBTIQ+ suelen tener más probabilidades de ser acosados/as, atacados/as mediante insultos, amenazas, rumores maliciosos, exclusión, e incluso enfrentar castigos injustos por parte de docentes y administradores escolares, incluida la expulsión.
Los estereotipos de género dañinos y la desinformación pueden reforzar los prejuicios hacia los y las menores LGBTIQ+
El informe recuerda que los estereotipos de género dañinos y la desinformación sobre las personas LGBTIQ+ pueden difundirse a través de prácticas y planes de estudio docentes, así como a través de políticas, regulaciones e infraestructuras escolares. Paralelamente, esto puede reforzar los prejuicios hacia los niños, las niñas y los/as jóvenes LGBTIQ+. Por ejemplo, el 44% de los/as jóvenes LGBTIQ+ de 15 a 17 años en la Unión Europea sienten que sus derechos rara vez o nunca han sido apoyados en la escuela.
El acoso online puede ser tan dañino como el acoso en persona: escudándose tras el anonimato, los acosadores online pueden difundir publicaciones dañinas a través de redes e Internet que se comparten más rápidamente y cuya eliminación es mucho más difícil. Lamentablemente, los centros educativos y las familias no suelen preparados para hacer frente al acoso online. De acuerdo con el informe, cada vez hay más evidencia en torno a una estrecha relación entre ambos tipos de acoso (en persona y online). Esto significa que ser un acosador o acosadora online a menudo se asocia con ser un/a acosador/a fuera de las redes, y que ser atacado/a online también está asociado con ser atacado/a fuera de esta vía.
¿Quiénes pueden sufrir acoso escolar?
Si bien todos y todas los/as jóvenes pueden estar en riesgo de sufrir acoso escolar, las investigaciones al respecto muestran que aquellos/as que son vistos/as como «diferentes» de una manera u otra, tienen más probabilidades de ser acosados/as.
A modo de ejemplo, el informe señala que “los/as estudiantes que no se ajustan al género, como las personas no binarias, los niños percibidos como “femeninos” o las niñas percibidas como “masculinas”, tienen más probabilidades de sufrir acoso en la escuela”. En esta misma línea, datos de una encuesta mundial sobre educación inclusiva y acceso a la salud de jóvenes LGBTIQ+ indican que más del 33% de las niñas trans y el 30% de los niños trans han considerado abandonar la escuela debido a los desafíos y problemas que enfrentan.
Por otro lado, también pueden ser objeto de acoso los hijos e hijas de padres LGBTIQ+ así como el personal educativo, en particular, aquellos/as docentes que cuestionan los estereotipos de género, o quienes trabajan para crear un ambiente seguro y acogedor para el alumnado LGBTIQ+.
¿Quiénes son los acosadores o acosadoras?
Estudiantes, personal del centro escolar o autoridades educativas. Cualquiera de ellos/as puede perpetrar acoso escolar y otras formas de violencia. Los/as estudiantes y el personal que son conscientes de estos actos y/o son testigos de ello, pero no reaccionan, también contribuyen a mantener una cultura de acoso. La UNESCO y ACNUDH se muestran tajantes al afirmar que tanto la administración como el personal docente del centro, tienen la responsabilidad de crear un ambiente escolar seguro para todos y todas los/as estudiantes. Desafortunadamente, el fracaso de muchas escuelas a la hora de prevenir y dar respuesta eficaz al acoso puede hacer que los/as estudiantes LGBTIQ+ se sientan más aislados y estigmatizados. Los/as agresores/as se sienten impunes por la inacción de los profesores y otros espectadores, lo que aumenta la probabilidad de que más estudiantes sean acosados/as por ellos/as.
Cualquier estudiante que se perciba como ‘no ajustado a los roles de género’ puede estar en riesgo de acoso escolar
Según este documento, “la violencia contra las personas LGBTIQ+, a menudo, está impulsada por el deseo de ‘castigar’ a quienes se considera que desafían los roles y comportamientos ‘esperados’ de hombres y mujeres en la sociedad”. No es necesario que las víctimas sean LGBTIQ+ para ser atacadas: cualquier estudiante que se perciba ‘no ajustado a los roles de género’ puede estar en riesgo.
El informe pone de relieve cómo en varios países, ha habido intentos de desalentar o prohibir los debates sobre temas relacionados con LGBTIQ+ en general y, específicamente, en los centros escolares. Esto incluye legislación discriminatoria, así como políticas y planes de estudio educativos “que crean entornos escolares hostiles e inseguros para jóvenes LGBTIQ+ y otros/as no conformes con su género”. La UNESCO y ACNUDH alertan de que, “además de violar derechos básicos, estas políticas legitiman los prejuicios hacia los jóvenes LGBTIQ+ y los exponen a aún más violencia”.
A este respecto, una investigación realizada en Estados Unidos sugiere que el estrés asociado con las políticas que restringen los derechos o eliminan protecciones para las personas LGBTIQ+ tiene un impacto negativo en su salud mental. Las organizaciones que administran líneas directas de prevención del suicidio centradas en el colectivo LGBTQ+ han resaltado fuertes aumentos en la cifra de llamadas, coincidentes con la introducción de leyes estatales anti-LGBTQ. En el extremo contrario, una investigación realizada en Canadá encontró que los y las estudiantes lesbianas, gays y bisexuales cuyos centros educativos contaban con políticas de apoyo, tenían un 65% menos de riesgo de ideación o intento de suicidio.
La visibilidad de las personas LGBTIQ+ se considera un factor clave para acabar con estas situaciones
No obstante, la UNESCO y ACNUDH se muestran positivos ante la posibilidad de prevenir y eliminar el grave problema del acoso escolar: según datos de la Unión Europea, se ha registrado una reducción en el porcentaje de personas LGTBIQ+ que revelan haber experimentado actitudes negativas en su centro escolar, pasando de un 65% en 2012 a un 56% en 2019. Ante la pregunta de por qué pensaban que la situación en su país había mejorado, la mayoría destacaba la “visibilidad de las personas LGBTIQ+ y su participación en la vida cotidiana” como un factor clave, seguido de los “cambios positivos en las leyes y políticas” y del “apoyo de figuras públicas, líderes comunitarios y la sociedad civil”.
El informe finaliza con una llamada a la acción, incluyendo las siguientes recomendaciones dirigidas al alumnado, a los gobiernos y a los centros educativos y el personal docente:
A todo el alumnado
-
Escucha a tus compañeros y compañeras LGBTIQ+ e infórmate sobre sus experiencias.
-
Utiliza un lenguaje respetuoso y refiérete a la persona utilizando los términos, pronombres, identidad de género y nombre que utiliza para identificarse.
- Denuncia los insultos o calumnias, el acoso, la discriminación, la violencia o los estereotipos de género dañinos que se utilizan contra las personas LGBTIQ+, así como la violencia en la escuela o en sus alrededores, incluso aunque esa violencia no esté dirigida a ti directamente.
Gobiernos
- Prohibir y abordar la discriminación: derogar las leyes discriminatorias y prohibir la discriminación contra las personas LGBTIQ+, incluso en la educación. Desarrollar e implementar políticas integrales del sector educativo nacional para prevenir y abordar la violencia escolar.
- Reconocer la identidad de género: reconocer legalmente la identidad de género de las personas trans (incluidos los/as jóvenes trans) en documentos oficiales mediante un proceso administrativo sencillo basado en la autoidentificación, y sin requisitos abusivos como diagnóstico médico, tratamiento o esterilización forzosos.
- Garantizar currículums inclusivos: asegurar que los currículums, los materiales de aprendizaje y los métodos de enseñanza sean inclusivos para el colectivo LGBTIQ+, libres de estereotipos y que promuevan el respeto y la no discriminación en todas las escuelas y en todos los niveles educativos. Los planes de estudio escolares deben enfatizar que “las personas LGBTIQ+ pueden vivir una vida sana, plena y feliz”.
- Fortalecer la formación: brindar capacitación y apoyo a los formuladores de políticas, profesorado y otro personal escolar para que comprendan su responsabilidad en la prevención y abordaje de la violencia que enfrentan los y las jóvenes LGBTIQ+ en los centros escolares, incluso desafiando sus propios prejuicios implícitos.
- Monitorear, evaluar y aprender: monitorear y documentar sistemáticamente datos sobre la violencia relacionada con LGBTIQ+ en las escuelas, establecer objetivos específicos para abordar este problema y realizar un seguimiento del progreso hacia el logro de tales objetivos. También evaluar si las políticas son eficaces a la hora de ayudar a los centros educativos en el abordaje del acoso, con miras al aprendizaje y la mejora continuos.
- Involucrar a las partes interesadas: colaborar e interactuar con partes interesadas que son clave, incluidos grupos de jóvenes, organizaciones de la sociedad civil LGBTIQ+, organizaciones de familias, docentes, comunidades y ministerios y departamentos gubernamentales pertinentes.
- Proteger la privacidad: garantizar que todas las personas LGBTIQ+, especialmente, los y las jóvenes, puedan disfrutar de su derecho a la privacidad, incluida la opción de revelar o no cualquier información personal, cuándo y a quién.
- Líneas de apoyo: garantizar líneas de ayuda gratuitas, inclusivas, anónimas y accesibles a jóvenes LGBTIQ+ que se encuentran en dificultades o que enfrentan violencia o discriminación.
A los centros educativos y el personal docente
-
Garantizar que los entornos escolares sean seguros, inclusivos y propicios para todos y todas los/as estudiantes –incluidos los/as estudiantes LGBTIQ+– mediante el desarrollo y el intercambio de códigos de conducta y el seguimiento de posibles focos de violencia dentro y alrededor de la escuela.
-
Implementar medidas para prevenir y abordar el acoso contra el alumnado LGBTIQ+, contrarrestando los estereotipos negativos y dañinos sobre el colectivo. La Dirección y el personal de la escuela deben trabajar continuamente para mejorar su propia comprensión sobre las consecuencias de la discriminación, los estereotipos negativos y el acoso.
- Ofrecer a los y las docentes formación continua sobre cómo crear entornos seguros y acogedores para los/as estudiantes LGBTIQ+.
- Establecer mecanismos seguros, anónimos y eficaces para denunciar la violencia y la discriminación, incluidas líneas telefónicas directas, formularios online y personal capacitado para ello.
- Proporcionar al alumnado orientación y apoyo a la salud mental, confidenciales, seguros y sensibles con la infancia y basados en el trauma. Actuar como enlace para los/as jóvenes LGBTIQ+ que necesitan servicios de salud para conectarlos con proveedores comunitarios competentes y experimentados.
- Ofrecer a los/as estudiantes y sus familias información completa, precisa, no discriminatoria y apropiada para su edad, sobre las personas LGBTIQ+ en los planes de estudio, materiales didácticos, libros de la biblioteca y mecanismos de apoyo.
- Hacer referencia a una persona utilizando los términos, pronombres, género y nombre que utiliza para identificarse, permitir que el alumnado transgénero y no conforme con el género, se incluyan con su nombre y género de preferencia en el listado del aula, y brindarles acceso a instalaciones (incluidas las instalaciones neutrales en cuanto al género) que se alineen con su identidad de género.
- No revelar si una persona es o puede ser LGBTIQ+ sin su consentimiento.
- Asociarse con organizaciones locales de la sociedad civil, la comunidad escolar en general y otras partes interesadas relevantes para realizar actividades y observar días de celebración o conmemoración LGBTIQ+ para demostrar apoyo y solidaridad hacia el colectivo.
- Apoyar y fomentar grupos de estudiantes que trabajen en temas relacionados con LGBTIQ+.
Se puede acceder al informe desde la página Web de la UNESCO o bien directamente aquí: